El pasado miércoles 14 de mayo, durante la Asamblea de Memoria y Balance del Sindicato de Camioneros de Chubut, llegó para los afiliados al Club Camioneros Patagónicos, un anuncio muy esperado, el Intendente de la ciudad nos comunicaba que nos otorgaron el terreno que veníamos solicitando para poder hacer realidad un polideportivo de características únicas en la provincia.
No fue fácil, recorrimos un largo camino, pero nuestra convicción era clara, creemos que Comodoro se lo merece. Merece tener una cancha con dimensiones aptas para partidos oficiales de futsal, el futbol de esta ciudad parió campeones mundiales. Merece más piletas olímpicas, que nos permitan desarrollarnos en deportes acuáticos, y que el hermoso mar de esta ciudad, ya no sea un privilegio de unos pocos. En síntesis, merecemos desarrollarnos en cualquier deporte, por eso proyectamos instalaciones de primer nivel. Porque entendemos que el deporte, es parte de la trilogía básica de cualquier sociedad justa y pujante, junto al trabajo y la educación.

Esta es una obra que va a beneficiar a todos los comodorenses, en especial a los que aman el deporte. Pero, además, aportará un granito de arena a la economía local, golpeada por la crisis del petróleo, con un gobierno nacional que decidió paralizar la obra publica y, como consecuencia directa, provocar miles de despidos, camioneros decide invertir en la ciudad, esta obra empleará mano de obra local, de principio a fin. Sin contar, que cuando este en funcionamiento, contará con confitería y un centro de compras, generando aún más movimiento económico. Porque somos parte de esta ciudad, y creemos que hoy nos necesita a todos, y queremos estar, como lo hicimos siempre.
Comodoro nos necesita unidos, tirando para el mismo lado, por eso, en este sentido, agradecemos y queremos reconocer al Intendente de nuestra ciudad, Othar Macharashvili, con quien compartimos el objetivo central de la justicia social. Ese terreno, por sus condiciones, solo era apto para este tipo de inversión, ya había sido desestimado para obra pública. Sin embargo, el intendente, pudo haberlo retenido, en una actitud complaciente con esta era mercantilista, en la que quien no puede pagar por sus derechos deberá resignarse a la exclusión. Como así también, quienes dirigen esta institución, pudieron dejar esos fondos en el banco, para que generen ganancias, lo que es muchísimo más cómodo, seguro y nos ahorra la exposición. Pero hay ojos que no pueden mirar para otro lado, la indiferencia no es una opción.

Por eso, estas acciones solo pueden ser explicadas por la conciencia de una comunidad organizada, por dirigentes sociales y políticos que creen que el pueblo tiene derecho a vivir dignamente, que creen en la justicia social y que creen en proyectos colectivos, de los que dignifican al ser humano.




