Héctor Yrazú es un Camionero. Trabajador de años que vivió las diferentes realidades que los afiliados a nuestro Sindicato pasaron a lo largo de los años. Desde aquellos tiempos en los que “con un capón y una bolsa de harina los patrones nos decían que aguantemos un mes en el campo” al día de hoy donde una Obra Social “nos sigue y nos da apoyo en todo momento”.
Así lo resumió Héctor cuando tomó la iniciativa de hablarnos para agradecer al Sindicato, a nuestro Secretario General Jorge Taboada y especialmente a la Obra Social.
“Hace un año y seis meses, en enero de 2015 fuí a la Clínica del Valle para que me vean en el pie lo que yo pensé que era un cayo plantar. Hace siete años por mi condición de diabético me cortaron el dedo. En esta ocasión me dijeron los médicos que tenía una infección en la mitad del pie y que me tenían que cortarlo a la altura del tobillo” detalló Yrazú.
“Con este panorama, mi mujer se reunió con Francisco Dasaro (auditor de la Obra Social) y este le sugirió que busque otras opiniones de otros médicos y me haga más estudios para ver si era necesario que me corten el pie. Todo esto lo cubrió integramente la Obra Social, desde las consultas hasta los estudios que pidieron”.
Héctor continúa su relato. “En la Española un doctor me dice que debería irme a Capital porque él no veía motivos para amputarme el pie y que era pefereible ir a Buenos Aires. Me deriva al hospital de Clínica que se encuentra en Palermo. Allá me atiende un gran equipo de médicos y el cirujano vascular ve una vena tapada y me manda al Sindicato de Camioneros de Buenos Aires para ver si me cubrían el tratamiento que era un stent (endoprótesis vascular) y sí, me cubrían todo”.
UNA BUENA NOTICIA
Finalmente ese estudio tampoco dío el resultado definivo ya que el médico que lo atendió nuevamente le aseguró a Héctor Yrazú que no tenía absolutamente nada. Que esa “sombra” que aparecía en los estudios era un resabio de sangre en la vena, cuando le fue amputado el dedo gordo del pie.
“Volví a Camioneros con el nuevo tratamiento que eran simplemente zapatos ortopédicos y nuevamente me aseguraron que estaba todo cubierto por la Obra Social” destacó Yrazú. Solo tenía que caminar con los nuevos zapatos para que las venas tuvieran mejor circulación sanguínea.
“Hoy no tengo más que agradecimiento. Porque puedo caminar normal y sobre todo puedo seguir trabajando” sentenció Yrazú.
“La Obra Social me cubrió todo, los estudios, los pasajes y la estadía en Buenos Aires. Quiero agradecer al doctor Dasaro, al doctor Claudio Batista y al doctor Jorge Silva que en todo momento desde acá no solo me atendieron sino que se comunicaban permanentemente a Buenos Aires para ver como iba todo”.
“Hoy quiero que mi agradecimiento se conozca porque escucho a mucha gente que se queja de la Obra Social y yo les cuento mi historia. Que durante tantos años los Camioneros no tuvimos ni cerca los beneficios que hoy tenemos y que hay que agradecer todo lo que Jorge (Taboada) desde el Sindicato nos consiguió a todos muchos beneficios”.